Tercer día en Islandia. Para continuar con nuestro periplo por las Tierras Altas, teníamos que pasar de la carretera 26 a la 35. Las pocas rutas que conectan directamente Sprengisandur con Kjölur son pistas tan complicadas como poco transitadas, claramente por encima de las posibilidades de nuestra experiencia y del vehículo que conducíamos. Por tanto, nuestra alternativa era descender por el valle del Þjórsá hasta encontrar la carretera 30 y su puente sobre el Stóra-Laxá. Ya que teníamos que volver a la Islandia más civilizada, nos pareció buena idea dormir en Haukadalur y aprovechar para visitar de nuevo su famosa área geotermal.

Carreteras de las Tierras Altas

Carreteras de las Tierras Altas.

Sobre las 7:30, salíamos del Highland Center de Hrauneyjar. Nuevamente disfrutábamos de una jornada soleada, sin viento y con 8ºC de temperatura. Un día espléndido, en el que se esperaban máximas por encima de los 15ºC. Resistiéndome a tirar la toalla, antes de ponernos en marcha consulté el mapa de carreteras que hay en un gran panel junto al aparcamiento, buscando la pista que lleva desde Háifoss hasta las inmediaciones de Gullfoss. Y allí estaba, con linea discontinua («carretera» de montaña), en gris (no es una ruta oficial) y con cuatro letras V (ríos sin puente) en el trayecto. Aquello no parecía realizable. Las pocas dudas que me quedaban se despejaron unos minutos más tarde, al principio de la pista que lleva a Háifoss, donde nos recibió una señal de peligro con el rótulo «IMPASSABLE» debajo. Fin de la cuestión.

Háifoss.

Hace tiempo que Háifoss fue destronada como la cascada más alta de Europa. Hoy en día, ni siquiera está entre las tres primeras de Islandia. Lo que no impide que su ubicación, en un profundo cañón del curso alto del Fossá, acompañada por la cercana Granni, bien merezca una visita.

Tras visitar Háifoss, seguimos por la 327 camino de Gjáin. Una pista polvorienta, entre áridos campos de lava. En el trayecto, nos dimos de bruces con una puerta metálica cerrada. Nuestra primera verja para el ganado en las Tierras Altas. Si no hay ningún candado o cartel que indique lo contrario, puedes abrirla con total libertad. Eso sí, hay que dejarla en el mismo estado que la encontraste. Otra de las peculiaridades de las carreteras secundarias de Islandia.

Gjáin, un oasis en las Tierras Altas.

En una pequeña depresión, cerca del límite de las Tierras Altas, el río Rauðá forma un diminuto oasis, protegido por paredes volcánicas de los gélidos vientos que predominan en la zona. Un paraje poco conocido, que contrasta con el duro entorno circundante.
Llegando a Stöng

Llegando a Stöng.

Nuestro siguiente destino era Stöng. Había visto fotos de la reconstrucción de una granja de la época del Þjóðveldisöld, con paredes de piedra y turba y techos cubiertos por la hierba. Pero resultó que ese Stöng estaba algo más al sur, en las inmediaciones de la carretera 32. Nosotros acabamos en el Stöng auténtico, junto a la mucho menos transitada 327. Al principio, nos quedamos un poco desconcertados, pero acabamos ganando con la equivocación. Cambiamos un pastiche turístico por uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes de Islandia.

Ruinas de Stöng

Ruinas de Stöng.

Las ruinas de Stöng proceden del siglo XI, aunque hay indicios de que hubo otra granja, todavía más antigua, ocupando el mismo lugar. Hasta hace poco, se pensaba que Stöng había quedado sepultada bajo una gran capa de ceniza tras la erupción del Hekla en 1104. Pero se han descubierto indicios de ocupación, más o menos continua, hasta los alrededores del 1300. Quizá fue la erupción de ese año la que acabó con la granja. En cualquier caso, Stöng fue excavada por primera vez en 1939. Aunque los trabajos fueron dirigidos por el danés Aage Roussell, están considerados como el lugar de nacimiento de la arqueología de Islandia. En 1957 se decidió proteger el yacimiento con un edificio.

Descendiendo hacia el Fossá

Descendiendo hacia el Fossá.

Stöng se encuentra prácticamente en el límite de las Tierras Altas. Desde allí, la pista mejoraba bastante, descendiendo suavemente hacia el curso del río Fossá. El paisaje, siendo áspero, resultaba verde y suave comparado con el que habíamos dejado atrás.

Hjálparfoss

Hjálparfoss.

Poco después llegamos a Hjálparfoss, una hermosa cascada, de apenas 13 metros de altura, en el cauce bajo del Fossá. Hjálparfoss tiene una forma curiosa pues, aguas arriba, el río se divide en dos. Ambos brazos se precipitan desde las rocas volcánicas, para volver a unirse justo a los pies de la cascada, en una tranquila poza rodeada de columnas basálticas. Lo extraño de la ubicación y la facilidad de acceso, con su mirador a pocos metros del aparcamiento, hacen que Hjálparfoss sea un lugar bastante popular. A pesar de lo cual, nos causó cierta decepción. Desde luego, no era la espectacular Háifoss. Pero tampoco nos pareció rival para las más pequeñas, pero sutiles, cascadas que habíamos disfrutado en Gjáin.

Un paseo hasta Brúarfoss.

Brúarfoss es una cascada con un acceso relativamente sencillo, en las proximidades del Círculo Dorado. Pese a no estar entre las más espectaculares de la isla, su curiosa forma, con una fisura atravesando el cauce del río, hace que sea muy popular entre la comunidad de fotógrafos de paisaje de Islandia.
Tras regresar al aparcamiento, apenas 15 kilómetros nos separaban de Haukadalur y el Hotel Geysir, donde teníamos previsto pasar la noche. Un trayecto cómodo, por una carretera perfectamente asfaltada, que apenas tardamos unos minutos en realizar. Cansados tras un largo día, decidimos ir a la habitación a asearnos, cenar tranquilamente y dejar para después la última visita de la tarde.
Para ampliar la información:
En el blog Sombras de Tinta hay un itinerario que, en parte, coincide con el nuestro: http://sombrasdetinta.blogspot.com/2018/10/la-carretera-32-hjalparfoss-stong-y.html.

En https://depuertoenpuerto.com/doce-dias-en-islandia/ se puede ver el itinerario completo de nuestro viaje alrededor de Islandia en el verano de 2020.

Quien no tenga experiencia conduciendo en Islandia, puede encontrar ayuda en https://depuertoenpuerto.com/conducir-en-islandia-la-guia-completa/.

Si alguien se anima a hacer la ruta directa entre Háifoss y Gullfoss, puede encontrar cierta ayuda en https://nordbilder.com/reiseberichte-island/das-hochland-ii/linuvegur-haifoss-gullfoss/index.php. Está en alemán, pero entre Google Translator y las fotos, es posible hacerse una idea. Por lo que parece, buena parte de la ruta es una pista de mantenimiento de una línea de alta tensión.

En inglés, Guide to Iceland tiene una entrada sobre Stöng: https://guidetoiceland.is/connect-with-locals/regina/stong–the-ruins-of-a-real-viking-settlement-manor.

La web de la réplica de Stöng está en http://www.thjodveldisbaer.is/en.

Hit Iceland tiene una entrada sobre Hjálparfoss: https://hiticeland.com/hjalparfoss-waterfall.

También se puede consultar la entrada en European waterfalls: https://www.europeanwaterfalls.com/waterfalls/hjalparfoss/.