Nueva guía para visitar el volcán de Islandia.

El 3 de agosto de 2022, sobre las 13:18, volvió a brotar magma por una fisura en el entorno de Fagradalsfjall. En concreto, al norte del vecino valle de Meradalir. Dado que la erupción se ha producido en un emplazamiento distinto del anterior, he preferido escribir una entrada completamente nueva, que refleje las nuevas circunstancias. Puedes verla en este vínculo: Nueva guía para visitar el volcán de Islandia.

La entrada que estás leyendo queda a modo de recuerdo de los primeros días del volcán.

Antes de comenzar, unas cuantas advertencias. Las indicaciones que daré a continuación están basadas en mi experiencia personal, subiendo en cuatro ocasiones hasta el volcán, los días 23, 26, 27 y 28 de abril de 2021. La situación en la zona es muy variable, produciéndose cambios en cuestión de horas, por lo que es posible encontrarse con un escenario muy diferente al que voy a describir. Al final de la entrada se pueden encontrar algunas actualizaciones que considero relevantes. Como siempre que se sale al campo en Islandia, hay que ir preparado para lo peor. Un día espléndido se puede convertir en un infierno. Es fundamental emplear el sentido común y consultar, antes de salir, la página https://safetravel.is/eruption-information-site, donde encontraremos información actualizada sobre las condiciones meteorológicas, así como indicaciones sobre si el acceso está permitido ese día concreto. Por último, esta es una guía práctica, muy distinta de las entradas que suelo publicar en el blog. Quien quiera ver más fotos, videos del volcán, o conocer las sensaciones que tuve durante mis visitas, tendrá que esperar a que publique las entradas «normales«.

Geldingadalir desdel el Fagradalsfjall

Geldingadalir desdel el Fagradalsfjall.

Geldingadalir es un pequeño valle, al este del Fagradalsfjall, en el que, el pasado 19 de marzo, se produjo una erupción volcánica. La primera en la península de Reykjanes en los últimos ocho siglos. Según escribo estas líneas, aun no tiene nombre oficial, aunque parece que el municipio de Grindavík, en cuyo término se ubica el volcán, está a punto de tomar una decisión al respecto. Por tanto, a lo largo de la entrada, utilizaré el término Geldingadalir para referirme tanto al cono volcánico como a la zona en su conjunto.

Camino a Geldingadalir.

Mientras sigan los efectos de la pandemia, es casi más complicado llegar a Islandia (y volver) que acceder al volcán. Quien quiera conocer los contratiempos que encontré para viajar a la isla y de paso obtener alguna información práctica, puede visitar la entrada Camino a Geldingadalir.

Descendiendo con crampones

Descendiendo con crampones.

¿Qué equipo es necesario para subir al volcán? Respecto a la ropa, la misma que se debe llevar en cualquier salida al campo en Islandia. Varias capas, con la clásica estrategia tipo cebolla, que te permita adaptarte a condiciones cambiantes. Es fundamental calzar unas buenas botas de montaña y una capa exterior de prendas impermeables. También es aconsejable un par de bastones de senderismo. Incluso llegué a ver utilizar crampones para superar las cuestas más inclinadas, aparentemente con buenos resultados, aunque en los tramos de roca pueden ser contraproducentes. Si se va a estar hasta tarde, es recomendable llevar una lámpara frontal, aunque de cara al verano es virtualmente imposible ver la noche cerrada en Islandia. Por último, se debe tener en cuenta que en la montaña no hay nada. Es conveniente llevar agua, algo para dar un bocado y una batería externa para el móvil, que también acabará muerto de hambre.

Aparcamiento

Aparcamiento.

La senda comienza junto a la carretera 427, aproximadamente 7 kilómetros al este del centro de Grindavík. Hay un aparcamiento en las proximidades, que en Google está indicado como Geldingardalur Volcano Parking, al que se accede por una pista de tierra. El desvío, sin señalizar, se encuentra a mano derecha según se llega desde Grindavík. Hay que recorrer un tramo en muy malas condiciones, de algo más de un kilómetro. Se puede ir con un coche normal, pero hay que tomárselo con calma e ir preparado para dar bastantes botes. Por contra, el aparcamiento está cubierto por una capa de hierba relativamente lisa.

Comienzo del camino

Comienzo del camino.

Una vez dejemos el coche, hay que dirigirse hacia un contenedor del servicio de emergencias, pintado en un llamativo color rojo, al otro lado de la carretera. De sus inmediaciones arranca la senda de grava, que sale diagonalmente al asfalto, a la derecha del contenedor. Al principio es ancha, aunque más adelante desaparece la grava y comienza a estrecharse. Aproximadamente a los veinte minutos de haber comenzado la caminata, se llega a una intersección. La senda más concurrida y la que, al menos durante mi visita, ofrecía las mejores vistas, es la marcada como GÖNGULEIĐ A, que sale hacia la derecha.

Primer repecho

Primer repecho.

Tras dejar atrás la intersección, en poco más de cinco minutos se llega al primer repecho, que conduce a un pequeño collado. En la cuesta la senda se ramifica, dividiéndose en varios senderos que sortean como pueden la ladera de la montaña, para volverse a juntar antes del collado. Es el primer tramo complicado, pues hay mucha tierra y pequeñas piedras sueltas, en las que es relativamente sencillo resbalar. Antes de decidirse por uno u otro de los senderos, recomiendo hacer una breve pausa y estudiar la situación. Ante la duda, mi consejo es seguir el más próximo a los postes que señalizan el camino. En principio es el que recibe mantenimiento periódico.

El mar, desde el camino

El mar, desde el camino.

Superada la cuesta, sigue una zona sin demasiados desniveles, por una ladera que se inclina hacia el sureste. Permite dar un respiro al corazón y los músculos, pero no es un tramo cómodo, pues hay que atravesar varias zonas de piedras. Si el día está claro, hacia la derecha se puede ver el mar, aunque las colinas volcánicas impiden contemplar la costa.

Segunda subida

Segunda subida.

En unos minutos la senda gira a la izquierda y se llega a la segunda subida, en este caso por el fondo de una pequeña quebrada. También es relativamente complicada, pues de nuevo hay tierra y piedras sueltas. Otra vez surgen varios senderos, aunque el que va junto a los postes tiene unos precarios escalones tallados en la tierra volcánica, por lo que a priori es el más aconsejable. En cualquier caso, aquí si nos caemos no corremos el riesgo de ir rodando ladera abajo, por lo que el principal reto de este tramo es el esfuerzo físico.

Una pausa frente al volcán

Una pausa frente al volcán.

Más allá del ecuador del repecho, la pendiente se va suavizando progresivamente, según alcanzamos el punto más elevado del camino. Unos metros más y a la satisfacción de saber que hemos dejado atrás los dos tramos complicados, se une el primer avistamiento del volcán, que podemos ver brevemente a nuestra izquierda, al fondo del valle de Geldingadalir. Si se quiere hacer una pausa, un pequeño promontorio cerca del sendero ofrece las mejores vistas.

Monte Stórihrútur

Monte Stórihrútur.

A continuación, la senda enfila hacia el monte Stórihrútur, que domina el paisaje con 357 metros de altura. Por contra, el volcán desaparece enseguida de nuestra vista, oculto tras la ladera por la que transcurre el sendero. Pero en unos cuantos metros el espectáculo pasa a estar al frente, donde se hace visible una gran masa de lava, negra y humeante. A partir de aquí, comienza el dilema. ¿Sigo hacia el cono volcánico, o me desvío hacia la lava? Ambos son interesantes y es difícil decidirse, sobre todo cuando, en los márgenes de la oscura masa, se aprecian varias zonas rojizas, formadas por lava candente. Si se llega cansado y con frío, una pausa cerca del calor de la lava puede ser muy gratificante. Personalmente, llegando con fuerzas recomiendo continuar hasta el final de la senda.

El humo invade el camino

El humo invade el camino.

Ésta sigue bordeando el flanco de la montaña, sin apenas desnivel. Aunque no me extrañaría que, en breve, tengan que modificar su trazado y redirigirla hacia una zona más elevada, pues el último día de mi visita la lava comenzaba a estar relativamente cerca y un humo asfixiante, generado por la vegetación que se va consumiendo lentamente, llegaba hasta el sendero.

Lapilli

Lapilli.

De todos modos, estamos prácticamente al final del camino. Más allá de la ladera, comienzan a verse fugazmente los fragmentos de lava fundida que el volcán escupe al aire, alcanzando en ocasiones entre 50 y 100 metros de altura. Por el suelo, es posible apreciar pequeños fragmentos de roca, llamados lapilli, arrastrados por el aire. Incluso, con viento fuerte del norte, poniendo atención se pueden escuchar los impactos, o hasta sentirlos sobre la ropa o la piel descubierta.

Frente al volcán

Frente al volcán.

Un último esfuerzo nos lleva frente al volcán. El espectáculo es impresionante y nos hará olvidar en un instante la fatiga o la sed. Dependiendo de los días, cambia su actividad, variando la altura de la fuente de lava o el nivel del río de fuego que ésta desprende. En cualquier caso, es una escena hipnótica, en continuo movimiento, que es posible contemplar durante horas. Lo aconsejable es buscar un lugar tranquilo y cómodo en la ladera, desde el que se pueda apreciar la escena mientras se descansa.

Frente al río de lava

Frente al río de lava.

¿Cuánto se tarda en hacer el recorrido? Depende de la forma física y las condiciones meteorológicas. En mi última visita, durante la que apenas hice fotos del itinerario, tardé 80 minutos en subir y un poco menos en descender. Una vez en el volcán, la duración de la visita dependerá de las preferencias personales y de las condiciones atmosféricas. Si hace un día espléndido, como en mi segunda visita, es fácil pasar horas y horas tumbado en la ladera, contemplando la furia del volcán y el imponente río de lava, que pasa a unos metros de nuestra ubicación. También es hipnótico el avance, lento pero inexorable, de la lava y la masa amorfa de rocas volcánicas que ésta empuja por delante. Mi recomendación personal es contar con al menos 8 horas desde que se sale del aparcamiento hasta que se regresa al vehículo.

Subiendo por la tarde

Subiendo por la tarde.

Aunque el recorrido es duro, está al alcance de cualquier persona con una forma física media. En el camino pude ver desde niños de 5 años hasta nonagenarios. Los fines de semana sube tanta gente que se acaban colapsando los aparcamientos. Incluso entre semana, la afluencia por las tardes es relativamente alta, por lo que recomiendo ir por la mañana.

Bifurcación entre las sendas

Bifurcación entre las sendas.

Respecto a la senda B, tan solo la recorrí una vez, durante mi tercera visita. Lleva a la espalda del cono más activo, por lo que es menos espectacular, aunque permite apreciar la fuente de lava de otro cono, algo más al norte, invisible desde la pista A. También es más tranquila. El día que la recorrí, tan solo me crucé con una pareja de chicos jóvenes, por lo que estuve completamente solo casi toda la mañana.

Ascenso de la senda B

Ascenso de la senda B.

Tras separarse del camino principal, la senda avanza prácticamente recta por la llanura, enfilando una quebrada en las montañas que aparentan cerrar el paso. El terreno es más irregular y está menos pisado que en la otra senda, por lo que es más complicado avanzar. También es más difícil el ascenso, pues se hace en un solo tramo, que además tiene más pendiente. Incluso en una parte encontraremos una cuerda para ayudarnos a subir. Una vez arriba. vuelve a ir en línea recta, avanzando por una llanura de piedras hacia el volcán. El sendero vuelve a descender, hasta morir contra la colada de lava, pero es más interesante, antes de comenzar el descenso, desviarse hacia la izquierda, desde donde podremos ver de frente el cono más septentrional. La zona está tan poco pisada que apenas notaremos diferencia entre ir por el sendero o atravesando el campo.

Junto a la lava

Junto a la lava.

Se elija el camino que se elija, la experiencia no deja a nadie indiferente. El reducido tamaño de la erupción hace que sea posible acercarse con seguridad hasta una distancia que, en otros volcanes, sería impensable. En algunos casos, es perfectamente posible estar a un par de metros de la lava candente. El único límite es nuestra tolerancia al increíble calor que ésta desprende. Por lo demás, su avance es tan lento que apenas supone riesgo. Lo cual no quiere decir que no existan peligros. El mayor de todos, es invisible: el volcán expulsa continuamente gases tóxicos, que son completamente inodoros y tienden a acumularse en las zonas bajas. También hay que tener cuidado con los desprendimientos en la zona de avance del frente de lava. Aunque las rocas pueden parecer estáticas, están en continuo movimiento, por lo que las de la parte alta pueden acabar rodando por el terreno. Por último, si salimos de los senderos marcados hay que tener cuidado con la niebla. Si ésta baja, es sencillo desorientarse.

El volcán al atardecer

El volcán al atardecer.

¿Hasta cuándo durará la erupción? Nadie lo sabe con certeza. Puede acabar mañana o puede perpetuarse durante siglos. También se desconoce cómo va a evolucionar. Quizá se vuelva más intensa, haciendo peligroso el acceso. O la lava vaya colmatando los valles, dificultando la posibilidad de acercarse al volcán y el río ardiente. O se detenga tan rápido como comenzó. Mientras tanto, Geldingadalir ofrece la ocasión única de ver una erupción volcánica a una distancia asombrosamente corta. Algo que, hasta donde yo sé, solo es posible en la remota península de Kamchatka, en el extremo oriente ruso. Poderlo hacer a tan solo 20 kilómetros en línea recta del aeropuerto de Keflavik es una oportunidad, quizá irrepetible en nuestras cortas vidas, que ningún amante de la naturaleza debería desaprovechar.

Actualización a 25/05/2021.
Aún no ha pasado un mes desde mi última visita al volcán y la situación ha cambiado lo suficiente como para justificar una breve actualización. Aunque, por desgracia, ésta no sea fruto de mi experiencia personal.

En primer lugar los accesos. La senda ha sido mejorada, eliminando los tramos más complicados. Aunque el esfuerzo físico es similar, es mucho más sencillo recorrerla para personas que no estén acostumbradas a caminar por el monte. A pesar de lo cual, sigue siendo recomendable llevar buen calzado y ropa adecuada. No es un paseo por el parque. También ha habido cambios en el aparcamiento, en este caso menos agradables: ahora es de pago, como se puede ver en Iceland Monitor.

El volcán también ha cambiado. La erupción parece concentrarse en un único cono, cuyo tamaño ha crecido considerablemente, modificando además su comportamiento. En lugar de fluir de forma casi continua, actualmente su comportamiento se parece al de un géiser: pasa unos minutos casi inactivo, para después lanzar un enorme chorro de magma hacia el cielo, alcanzando a veces los 300 metros de altura. El caudal de lava se ha incrementado, sobrepasando los 13 m³/s, lo que ha provocado que ésta cubra la mayor parte de Geldingadalir y del vecino Syðri-Maradalur. En un intento de detener su avance hacia el vecino valle de Nátthagi y la carretera que recorre la costa meridional de Reykjanes, a mediados de mayo se decidió levantar dos muros de tierra en el extremo meridional de Syðri-Maradalur, con la esperanza de que la colada se desviara hacia el este, al valle de Meradalir. El 22 de mayo, la lava supero el muro oriental. Según escribo, un río de lava fluye ladera abajo, llenando lentamente Nátthagi, cada vez más cerca de la carretera 427. Finalmente, a pesar de que el tamaño de la tefra expulsada por el volcán se ha incrementado, pasando de lapilli a bombas volcánicas bastante más peligrosas, todavía es posible acercarse a menos de 500 metros del cono activo, aunque está prohibido descender por la ladera hasta el borde de la lava. Mientras ésta permita el acceso hasta el nuevo punto final de la senda A, en lo alto del cerro que hay frente al volcán, el espectáculo seguirá siendo impresionante.

Actualización a 05/06/2021.
El volcán sigue evolucionando, al igual que los campos de lava que lo rodean. El cono ha crecido de forma considerable y ha vuelto a cambiar su comportamiento. Aunque sigue siendo cíclico, en lugar de un géiser ahora forma una impresionante ola de lava, que desaparece entre los túneles subterráneos.

La mala noticia es que buena parte del caudal de las últimas jornadas ha terminado en Geldingadalir, llenándolo de lava. Durante la pasada madrugada, la colada ha superado la vaguada que separaba este valle del vecino Syðri-Maradalur, aislando la colina desde la que se podía disfrutar de la mejor vista sobre el volcán. Aunque, por precaución, el camino llevaba unos días cortado, ahora la situación es irreversible y la senda A se ha visto definitivamente acortada en 500 metros. Hay que conformarse con contemplar el cono desde el que anteriormente era el primer mirador sobre el volcán, junto al extremo meridional de Geldingadalir. Con la nueva situación, la mejor vista parece estar en la cima de Stórihrútur, al sureste de la erupción. Aunque no tiene aspecto de ser un camino sencillo.

Actualización a 13/06/2021.
Finalmente, la colada de lava ha rebosado por el extremo meridional de Geldingadalir, cortando de nuevo la senda A, esta vez antes del punto desde el que se podía divisar el volcán. Con la nueva situación, las opciones son optar por la senda B o, una vez alcanzada la primera quebrada de la senda A, seguir hacia el norte, remontando la ladera hasta alcanzar la parte superior del Fagradalsfjall, aunque desconozco si esta ruta está actualmente permitida. O intentar llegar a la cima del Stórihrútur.

Actualización a 29/06/2021.
Se ha construido un nuevo terraplén, para intentar evitar que la lava rebose hacia Nátthagakrika y se acerque a Grindavik. Por lo que he podido ver en las fotos, el movimiento de tierras que han realizado facilita remontar desde el punto en el que se corta la senda A hacia la parte alta del Fagradalsfjall. En principio, esta ruta parecería más sencilla que la senda B. En cualquier caso, es una apreciación personal basada en videos y fotos que he visto en la web. Si alguien tiene la suerte de subir al volcán y recorrer la zona, se agradecerían sus comentarios.

Por otra parte, el avance de la lava por Nátthagi ha convertido este valle en la opción favorita de muchos visitantes. Hay un paseo corto y cómodo, desde el segundo aparcamiento hasta el frente de la colada, que ha sido bautizado como senda C. Extraoficialmente, la senda sigue hacia el noreste, por la cresta del Langihryggur, camino del Stórihrútur. Aunque parece que no es necesario subir a su cima para disfrutar de una buena vista del volcán. En principio, bastaría con llegar hasta las inmediaciones de la cámara de la oficina meteorológica de Islandia, en el collado que separa Langihryggur de Stórihrútur. Las coordenadas aproximadas serían estas.

Por último, se ha levantado un cuarto terraplén en el extremo meridional de Nátthagi. En principio, la lava debería tardar algo más de tiempo en cortar la carretera 427 de lo que se esperaba hace tan solo unos días. En cualquier caso, todo dependerá de la intensidad de la erupción y de los imprevisibles caprichos del volcán.

Geldingadalir

Aparcamiento

Para ampliar la información:

En este mismo blog, el resto de las entradas correspondientes al volcán está en https://depuertoenpuerto.com/category/europa/escandinavia/islandia/reykjanes/geldingadalir/.

El blog de Jordi Pujolá tiene una entrada sobre la erupción: https://escritorislandia.com/volcan-geldingadalir-islandia/.

En inglés, la página de safetravel.is sobre la erupción está en https://safetravel.is/eruption-information-site.

Se puede encontrar el pronóstico meteorológico de Fagradalsfjall en https://en.vedur.is/weather/forecasts/areas/#group=58&station=7365.

La previsión sobre dispersión de gases del volcán se puede consultar en https://en.vedur.is/volcanoes/fagradalsfjall-eruption/volcanic-gases.

De las numerosas cámaras web que retransmiten la erupción en directo, mi favorita es https://www.youtube.com/watch?v=Zd05OQxG3gA.

En Views of the World hay varias fotos y mapas que nos ayudan a entender la evolución de la erupción: http://www.viewsoftheworld.net/?p=5783.

El mapa más actualizado de la zona lo mantiene un grupo de aficionados. Se puede consultar en https://www.google.com/maps/d/u/0/viewer?mid=1e4waWgJKj0cujWRkQyX838qk7t3HblU1&ll=63.885195159375485%2C-22.25356194242619&z=14&fbclid=IwAR3LOHnVEPdiUrJVZggmXMEwOIklD0H9VL_d-MMjHcLYLMZ2ZWEYF_iOngM.

El blog Volcano Café tiene una serie de cuatro largas entradas, que ayudan a poner en contexto y comprender la erupción. La primera está en https://www.volcanocafe.org/the-plume-of-ballareldar/.

Una buena forma de seguir la actualidad en la zona de la erupción es hacerse miembro del grupo de Facebook Bob, (Flo and family) nation: https://www.facebook.com/groups/bobsnation/.

Hay varios canales en YouTube que muestran información sobre el volcán. Mi favorito es GutnTog (https://www.youtube.com/channel/UCR-W1hBvmDx4stuEvY3rP2A). No es el de mejor calidad técnica, ni destaca por sus explicaciones, pero es lo más parecido a estar allí.

También muy interesantes los videos sobre el volcán en el canal de Jon Bear: https://www.youtube.com/playlist?list=PLOHT4v59s0cLIAC-SCmGIGxNB2HIi1s6N. Sobre todo los que tienen explicaciones del geólogo Ólafur Íngólfsson.